VIDA EN ABUNDANCIA (II). La creación de una atmósfera pura en el hogar
LA CREACIÓN DE UNA ATMÓSFERA PURA EN EL HOGAR
Todo hogar cristiano debe tener reglas; y los padres deben, por sus palabras y su conducta el uno hacia el otro, dar a los hijos un ejemplo vivo y preciosos de lo que desean verlos llegar a ser. Debe manifestarse pureza en la conversación y debe practicarse constantemente la verdadera cortesía cristiana. Enseñemos a los niños y jóvenes a respetarse a sí mismos, a ser fieles a Dios y a los buenos principios; enseñémosles a respetar y obeder la ley de Dios. Estos principios regirán entonces su vida y los pondran en práctica en sus relaciones con los demás. Crearán una atmósfera pura, que ejerza una influencia tendiente a alentar a las almas débiles en la senda hacia arriba que conduce a la santidad y al cielo. Sea cada lección de un carácter elevador y ennoblecedor, y las anotaciones hechas en los libros de los cielos serán tales que no nos avergonzaremos de ellas en el jucio.
Los niños que reciban esta clase de instrucción estarán preparados para ocupar puestos de responsabilidad y, mediante el recepto y el ejemplo, estarán constantemente ayudando a otros a hacer lo recto. Aquellos cuyas sensibilidades morales no hayan sido embotadas apreciarán los buenos principios; estimarán correctamente sus dotes naturales y daran el mejor uso posible a sus facultades físicas, mentales y morales. Esas almas se ven grandemente fortalecidas contra la tentación; están rodeadas de una muralla que no se derribará fácilmente.
Dios quisiera que nuestras familias fuesen símbolos de la familia del cielo. Recuerden esto cada día los padres y los hijos, y relaciónense unos con otros como miembros de la familia de Dios. Entonces su vida será de tal carácter que dará al mundo una lección objetiva de lo que pueden ser las familias que aman a Dios y guardan sus mandamientos. Cristo será glorificado; su paz, su gracia y su amor compenetrarán el círculo familiar como un perfume precioso.
Mucho depende del padre y de la mandre. Ellos deben ser firmes y bondadosos en su disciplina, y deben obrar con el mayor fervor para tener una familia ordenada y correcta, a fin de que los ángeles celestiales atraídos hacia ella y le impartan una fraante influencia de paz.
El hogar cristiano
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