CONOCIENDO A JESÚS. ¿Quién puede conocer a Dios?
¿QUIÉN PUEDE CONOCER A DIOS?
¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegará tú a la perfección del Todopoderoso? Job 11.7
No podemos descubrir a Dios mediante el escudriñamiento. Pero él ha revelado en su Hijo, que es el resplandor de la gloria del Padre y la expresa imagen de su persona. Si deseamos el conocimiento de Dios, debemos ser como Cristo. El vivir una vida pura por fe en Cristo como el Salvador personal, llevará al creyente a un concepto más claro y elevado de Dios.
La vida eterna es la recompensa que será dada a todos los que obedecen los dos grandes principios de la ley de Dios: el amor a Dios y al hombres. La obediencia a estos mandamientos es la única evidencia en el hombre de que posee un conocimiento genuino y salvador de Dios. El amor a Dios se demuestra por quienes murió Cristo.
Mientras estaba recubierto por la columna de nube, Cristo dio instrucciones acerca de este amor. Distinta y claramente presentó los principios del cielo como reglas que había de observar su pueblo escogido en su trato mutuo. Cristo vivió estos principios en su vida humana. Presentó en su enseñanza los motivos que debieran gobernar las vidas de sus seguidores.
Los que participan del amor de Dios, mediante la recepción de la verdad, darán evidencia de esto haciendo esfuerzos fervientes y abnegados de dar el mensaje del amor de Dios a otros. Así son colaboradores con Cristo. El amor a Dios y el amor mutuo los une con Cristo mediante eslabones áureos. Esta unión hace que fluyan al corazón continuamente ricos raudales del amor de Cristo, y luego fluyan nuevamente en amor hacia otros.
Las cualidades esenciales para conocer a Dios son las que señalan la plenitud del carácter de Cristo: su amor, su paciencia, su desinterés. Esos atributos se cultivan realizando actos bondadosos con un corazón bondadoso.
The Youth's Instructor, 22 de marzo de 1900
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