ALIENTOS DEL ESPÍRITU DE PROFECÍA. Privilegios ilimitados
PRIVILEGIOS ILIMITADOS
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado.
Salmos 1:1
Los que tienen la bendición del Señor son muy favorecidos. Aseguraos, entonces, de no elegir a los impíos como compañeros, porque influirán en vosotros para que hagáis las mismas cosas que desagradan a Dios, y os privan de su bendición.
Cuando alguien permite el acceso a su mente y corazón a quienes le aconsejarán que obre mal en cualquier forma, entonces sigue los consejos de los impíos. Está en el camino de pecadores, y el paso siguiente lo llevará a la silla de los escarnecedores despreocupados. El mensaje de misericordia, amor y paz es despreciado, y los que se asocian con esta clase de gente, llegarán a ser como ellos, despreciadores de la misericordia de Dios. Resulta sorprendente ver hasta dónde se extenderá la influencia de un solo joven impío; qué poder llega a ser en las manos de Satanás para obrar el mal; cuánto se escuchan sus consejos; cuánta aflicción, pesar y dolor puede acarrear.
Los privilegios concedidos a los hijos de Dios son ilimitados: relacionarse con Jesucristo, que es adorado en todo el universo celestial y los mundos que no han caído, y toda lengua canta alabanzas a él; ser hijo de Dios, llevar su nombre, ser miembro de la familia real; alistarse bajo el estandarte del Príncipe Emanuel, el Rey de reyes y Señor de señores. Su palabra es obedecida por las inteligencias superiores; su palabra congrega a las huestes del cielo.
El servicio más humilde realizado para Jesús constituye el honor más grande que pueden disfrutar los mortales. Los ángeles puros y santos obedecen su palabra. ¿Seremos nosotros engañados para servir a Satanás? ¿Rehusaremos obedecer sus requerimientos?
The Youth’s Instructor, 20 de octubre de 1886
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