VIDA EN ABUNDANCIA. Pruebas
PRUEBAS
Hay también en las palabras del Salvador un mensaje de consuelo para los que sufren aflicción o la pérdida de un ser querido. Nuestras tristezas no brotan de la tierra. Dios "no aflige ni congoja de su corazón a los hijos de su corazón a los hijos de los hombres". Cuando él permite que suframos pruebas y aflicciones, es para "lo que nos es provechoso, para que recibamos su santificación". Si la recibimos con fe, la prueba que parece tan amarga y difícil de soportar resultará una bendición. El golpe cruel que marchita los gozos terrenales nos hará dirigir los ojos al cielo. ¡Cuántos son los que nunca habrían conocido a Jesús, si la tristeza no les hubiera movido a buscar consuelo en él!
Las pruebas de la vida son instrumentos de Dios para eliminar de nuestro carácter toda impureza y tosquedad. Mientras nos labran, escuadran, cincelan, pulen y bruñen, el proceso resulta penoso, y es duro ser oprimido contra la muela de esmeril. Pero la piedra sale preparada para ocupar su lugar en el templo celestial. El Señor no ejecuta trabajo tan consumado y cuidadoso en material inútil. Únicamente sus piedras prciosas se labran a manera de las de un palacio.
El Señor obrará para cuantos depositen su confianza en él. Los fieles ganarán victorias preciosas, y aprenderán lecciones de gran valor y tendrán experiencias de gran provecho.
E.G. White, El Discurso Maestro de Jesucristo.
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