CONOCIENDO A JESÚS. CRISTO EN EL SISTEMA DE SACRIFICIOS (II) El carácter sagrado de la ley de Dios.

CRISTO EN EL SISTEMA DE SACRIFICIOS (II)

El carácter sagrado de la ley de Dios



El sacrificio exigido por su transgresión reveló a Adán y a Eva el carácter sagrado de la ley de Dios; y vieron, como nunca antes, la culpa del pecado y sus horrorosos resultados. 

La ley de Dios existía antes que el hombre fuera creado. Los ángeles eran gobernados por ella. Satanás cayó porque transgredió los principios del gobierno de Dios. Después que Adán y Eva fueron reador, Dios les hizo conocer su ley. Esta no estaba escrita entonces, pero les fue repetida por Jehová.

Después del pecado y la caída de Adán, nada fue eliminado de la ley de Dios. Los principios de los Diez Mandamientos existían antes de la caída, y eran de una naturaleza que se ajustaban a la condición de un orden de seres santos.

Esos principios fueron formulados al hombre más explícitamente después de la caída, y enunciados para satisfacer las necesidades de los  seres inteligentes caídos. Esto fue necesario a causa de que la mente del hombre había sido cegada por la transgresión.

Entonces se estableció un sistema que requería el sacrificio de animales, con el fin de mantener delante del hombre caído lo que la sepriente había hecho que Eva no creyera: que la paga de la desobediencia es la muerte. La transgresión de la ley de Dios hizo necesario que Cristo muriese como sacrificio, para así proporcionar al hombre una vía de escape de su castigo y al mismo tiempo preservar el honor de la ley de Dios. El sistema de sacrificios debía enseñar humildad al hombre, en vista de su condición caída, y conducirlo al arrepentimiento y a confiar sólo en Dios, por medio del Redentor prometido, para obenter el perdón por las pasadas transgresiones de su ley.

El sistema de sacrificios fue trazado por Cristo mismo, y dado a Adán para que tipificara al Salvador que habrá de venir.

Cristo en su santuario 
  

Comentarios

Entradas populares