UN CONFLICTO CÓSMICO REAL. La primera boda.

LA PRIMERA BODA

Adán fue colocado como representante de Dios sobre los órdenes de los seres inferiores. Estos no pueden comprender ni reconocer la soberanía de Dios; sin embargo, fueron creados con capacidad de amar y de servir al hombre. El salmista dice: "Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies:... asimismo las bestias del campo; las aves de los cielos,... todo cuanto pasa por los senderos del mar." (Salmos 8.6-8)

El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior, como en el carácter. Sólo Cristo "es la misma imagen" del Padre (Hebreros 1.3); pero el hombre fue creado a semejanza de Dios. Su naturaleza estaba en armonía con la voluntad de Dios. Su mente era capaz de comprender las cosas divinas. Sus afectos eran puros, sus apetitos y pasiones estaban bajo el dominio de la razón. Era santo y se sentía feliz de llevar la imagen de Dios y de mantenerse en perfecta obediencia a la voluntad del Padre. 

Cuando el hombre salió de las manos de su Creador, era de elevada estatura y perfecta simetría. Su semblante llevaba el tinte rosado de la salud y brillaba con la luz y el recogijo de la vida. La estatutra de Adán era mucho mayor que la de los hombres que habitan la tierra en la actualidad. Eva era algo más baja de estatura que Adán; no obstante, su forma era nombre y plena de belleza. 

La inmaculada pareja no llevaba vestiduras artificiales. Estaban rodeados de una envoltura de luz y gloria, como la que rodea a los ángeles. Mientras vivieron obedeciendo a Dios, este atavío de luz continuó revistiéndolos.

Dios mismo dió a Adán una compañera, la proveyó de una "ayuda idónea para él", alguien que relamente le correspondía, una persona digna y apropiada para ser su compañera y que podría ser una sola cosa con él en amor y simpatía.

Eva fue creada de una costilla tomada del costado de Adán; este hecho significa que ella no debía dominarle como cabeza, ni tampoco debía ser humillada y hollada bajo sus plantas como un ser inferior, sino que más bien debía estar a su lado como su igual, para ser amada y protegida por él. Quedaba en evidencia la unión íntima y afectuosa que debía existir en esta relación. "Porque ninguno aborreció jamás su propia carne, antes la sustenta y regala." "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su mujer, y serán una sola carne." (Efesios 5.29; Génesis 2.24).

Dios celebró la primera boda. De manera que la institución del matrimonio tiene como su autor al Creador del universo. "Honroso es en todos el matrimonio." (Hebreos 13.4) Fué una de las primeras dádivas de Dios al hombre, y es una de las dos instituciones que, después de la caída, llevó consigo al salir del paraíso. Cuando se reconocen y obedecen los principios divinos en esta materia, el matrimonio es una bendición: salvaguarda la felicidad y la pureza de la raza y satisface las necesidades sociales del hombre y eleva su naturaleza física, intelectual y moral. 

Patriarcars y Profetas.

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