VIDA EN ABUNDANCIA. Consejos sobre la salud (I)

CONSEJOS SOBRE LA SALUD (I)


-El uso indebido de nuestras facultades físicas reduce el período de tiempo en el cual nuestras vidas pueden ser usadas para a gloria de Dios. Y ello nos incapacita para realizar el trabajo que Dios nos ha asignado. Al permitirnos formar malos hábitos, acostándonos a horas avanzadas o complaciendo el apetito a expensas de la salud, colocamos los cimientos de nuestra debilidad. Descuidando el ejercicio físico, cansando demasiado la mente o el cuerpo, desequilibramos el sistema nercvioso. 

Los que así acortan su vida y se incapacitan para el servicio al no tener en cuenta las leyes naturales, son culpables de estar robando a Dios. Y están robando también a sus semejantes. La oportunidad de bendecir a otros, la misma obra para la cual Dios los envió al mundo, ha sido acortada por su propia conducta. Y se han incapacitado para hacer aun aquello que podían haber efectuado en un tiempo mucho más breve. El Señor nos considera culpables cuando por nuestros hábitos perjudiciales privamos al mundo del bien.

-La razón por la cual la juventud tiene tan poca fortaleza cerebral y muscular es porque se hace muy poco trabajo útil. "Esta fue la maldad de Sodoma, tu hermana: soberbia, pan de sobra y abundancia de ocio tuvieron ella y sus hijas; y no se fortaleció la mano del afligido y del necesitado. Se llenaron de soberbia e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi, las quité."(Ezequiel 16.49-50)

-Todo el organismo necesita la influencia vigorizadora del ejercicio al aire libre. Unas cuantas horas de trabajo manual cada día tenderán a renovar el vigor corporal y a darle descanso y alivio a la mente.

-Los malos hábitos físicos perjudican el cerebro, y todo el organismo se desequilibra. Se puede hacer un esfuerzo para vigorizar los nervios agotados mediante la ingestión de estimulantes, pero de esa manera no se eliminará la dificultad.

A menos que se haga un esfuerzo decidido, y que haya un reconocimiento inteligente de darle descanso al cerebro en vez de estimulates, el ser humano perderá su dominio propio y será una desgracia para la causa de Dios.

-Debemos dedicar más tiempo a orar humilde y fervientemente a Dios para pedirle sabiduría con el fin de educar a nuestros hijos en el conocimiento del Señor. La salud de la mente depende de la salud del cuerpo. Como padres cristianos, estamos en la obligación de educar a nuestros hijos con respecto a las leyes de la vida.

En Cristo obtendrán fortaleza y esperanza, y no serán perturbados por los inquietos deseos de algo que divirta la mente y satisfaga el corazón. Habrán encontrado la perla de gran precio, y la mente hallará un descanso pacificador. Sus placeres serán puros, elevados, de carácter celestial. No tendrán reflexiones penosas ni remordimientos. Tales placeres no debillitan el cuerpo ni postran la mente; por el contrario dan salud y vigor a ambos...

Los habitantes del cielo son perfectos, porque la voluntad de Dios es su alegría y su supremo deleite. 

E.G.White, Mente, carácter y personalidad 2

Comentarios

Entradas populares