DESCUBRIENDO LA BIBLIA. 2. LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE. LA FE (II)

2. LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE


2.2 LA FE (II)

De una manera general, fe es la adhesión de nuestra inteligencia, conianza y obediencia a la palabra de alguien. La fe sobrenatural es un don divino que inspira la adhesión de nuestra inteligencia, confianza y obediencia a la Palabra de Dios.

3. OBJETO DE LA FE.

  • ¿Qué realidades constituyen el objeto de la fe?
Es, pues, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11.1 

Existe el peligro de que algunos pierdan su confianza porque el Señor demora su venida. Para éstos es necesaria la paciencia a fin de que puedan vivir por la fe. Ninguno de los personajes ejemplares que se emncionan en esta lista recibieron lo prometido; sólo lo vieron de lejos. Sin embargo, todos éstos alcanzaron buen testimonio mediante la fe. Pero ahora dentro de un poquito, y el que ha de venir vendrá , y no tardará. Si esos dignos personajes de los siglos pasados creían tan plenamente en las promesas, aunque estaban lejos de su cumplimiento, nosotros que hemos de verlas cumplidas dentro de un poquito, ¿no debieramos ser también pacientes y fieles?

La fe ciega no existe. La fe genuina siempre descansa sobre la firme sustancia subyacente de una suficiente evidencia que garantiza la confianza en lo que aún no se ha visto. El cristiano considera por su fe que ya posee lo que le ha sido prometido. Su plena confianza en Aquel que ha hecho las promesas no deja lugar para incertidumbre alguna en cuanto a su cumplimiento a su debido tiempo. Por lo tanto, la fe capacita al cristiano no sólo para pedir las bendiciones prometidas sino para recibirlas y disfrutar de ellas ahora. La herencia prometida se convierte de ese modo en una posesión presente. Los bienes venideros no dejan de ser sólo un sueño que se cumplirá en el futuro, sino vivientes relaidades presentes. Para el ojo de la fe se hace visible lo que de otra manera es invisible. 



Lo que se espera es la herencia prometida que poseerán los santos cuando Cristo venga, y la convicción una seguridad establecida, basada en la convicción de que Dios cumple sus promesas. Puede ser que nunca hayamos visto la dinamo que produce la electricidad que usamos, pero estamos seguros de que la presencia de la electricidad es suficiente de la existencia de la dinamo. Así también, debemos creer que nuestra energía física, mental y espiritual es una prueba de la existencia de una Fuente Sobrenatural de vida y poder. Pero la fe no debe confundirse con credulidad, pues la fe se refuerza en cierta medida con la evidencia. 

  • Por la fe, ¿qué sabemos acerca de la creación del Universo?
Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Hebreos 11.3

Dios no dependió de materia preexistente. Mediante su omnímodo poder Dios hizo aparecer la materia, y después por medio de ese mismo poder impartió vida a los seres formados con ella. Antes del amanecer de la llamada Era Atómica, uno de los primeros postulados de la ciencia era que la materia es eterna, que no puede ser creada ni destruída; pero los científicos declaran ahora que la materia y la energía son intercambiables. Entonces, ¿por qué parece extraño que un Dios todopoderosos pudiera crear la materia que aún no existía?


  • ¿Cómo es aceptado Cristo y su salvación?
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna. El que en él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Juan 3. 16,18,36

El amor de Dios abarca a toda la humanidad, pero beneficia directamente sólo a los que responden a ese amor. El amor requiere reciprocidad para ser plenamente edfectivo. Pero es significativo que el amor de Dios abarque tanto a los que lo rechazan como a los que lo aceptan. Ninguno de los perdidos puede acusar a Dios de que no lo ama. Afirmar que Dios ha predestiando a algunas personas para que se pierda, sin tomar en cuenta la propia elección de ellas en este asunto, es como decir que las aborrrece. Es tildarlo de injusto y hacerlo responsable por el destino de ellas. 

El amor es genuino sólo cuando está en acción. El amor de Dios por los pecadores lo indujo a dar todo lo que tenía por la salvación de ellos. La esencia del amor es sacrificar el yo en favor de otros, el egísmo es la antítesis del amor. No hay limites para el amor de Dios. NO hay nadie a quien él arbitrariamente le rehúse los beneficios de la gracia salvadora. Sólo hay una condición: creer en Cristo y cooperar voluntariamente con él. La bondad de Dios es la que induce a los hombres al arrepentimiento. Es la luz del sol de su amor la que enternece los corazones endurecidos, rescata a los eprdidos y convierte a los pecadores en santos.

Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: ésta es la obra de Dios, que creáis en el que ha enviado. Juan 6.28-29 
 
Porque por gracia sois salvos por emdio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2.8-9           

  • ¿Cómo son recibidas las promesas de Dios?
A fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y
la paciencia heredan las promesas. Hebreos 6.12

La religión es para muchos algo circunstancial, que puede cultivarse perezosamente. No ocupa el primer lugar en su programa, sino cerca del fin de la lista. Todo debe hacerse antes, y Dios puede quedarse con lo que queda. Esta conducta debe ser invertida.

   

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