ALIENTOS DEL ESPÍRITU DE PROFECÍA. Dios trabajará con usted
DIOS TRABAJARÁ CON ESTED
Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de si, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio.
Génesis 18.19
Quisiera escribirle palabas de consuelo y aliento. El Señor no la ha abandonado; sus brazos eternos la están sosteniendo. Le ha dado una experiencia en la vida cristiana que es del más alto valor. Ha permitido que su lus ilumine a su familia, y ya se siente en ella la influencia de los rayos divinos. Pero existe el peligro de que usted permita que el afecto por sus hijos la induzca a aceptar las peticiones de ellos que su buen criterio le dice no son ni para su bien ni para la gloria de Dios.
Usted ha sido el instrumento elegido del Señor, por medio del cual ha trabajado y trabajará para la salvación de las almas de sus hijos. Tiene que dar el testimonio que dio Juan, cuando repitió las palabras de Cristo de amarnos los unos a los otros como él nos amó. El Espíritu Santo dará testimonio de que están unidos a Cisto, y creyentes e incrédulos reconocerán que han estado con Cristo y que han aprendido de él. A medida que conozcan más al Señor, irán reflejando el carácter de Cristo.
Estará sujeta a las debilidades de la humanidad, y sin duda cometerá equivocaciones, pero el compasivo y el amanto Salvador perdonará todos sus errores, porque usted se lo pide, y porque ama a Jesús. Su espíritu exhalará la mansedumbre de Cristo, y será una luz en su hogar. Su conversación estará sazonada por la gracia, y una santa unción impregnará sus oraciones. El Señr colaborará con sus esfuerzos, como lo ha hecho en el pasado, y su justicia irá delante de usted y la gloria de Jehová será su retaguardia.
Tiene toda la razón del mundo para alabar a Dios por su bondad y su tierna misericordia. Su sangre que todo lo expia está a disposición de todos sus hijos. Si no abusa de sus facultades físicas, usted puede hacer mucha obra preciosa en el nombre de Jesús. Para usted, que es creyente, él es preciosos. Caminen en amor como hijos amados. El Espíritu de Dios está conteniendo con sus hijos y los invita a venir a Cristo con estas palabras: "Venid que ya todo está preparado" (Lucas 14.17) ¿No obedecerán?
E.G.White, Carta 94, de 31 de enero de 1895, dirigida a una viuda, madre de una familia numerosa, con hijos adultos.
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