CONOCIENDO A JESÚS. La resurreción de Cristo y la nueva vida
LA RESURRECCIÓN DE CRISTO Y LA NUEVA VIDA
El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Juan 10.10
Su resurrección es figura y garantía de la resurrección de todos los justos muertos. El que dijo: "Yo pongo mi vida para volverla a tomar", salió de la tumba por la vida que había en él. La humanidad murió; la divinidad no muere.
Únicamente el que es uno con Dios podía decir: "tengo poder para poner mi vida y tengo poder para volverla a tomar". En su divindiad, Cristo poseía el poder de quebrar las ligaduras de la muerte.
Está investido con el derecho de dar la inmortalidad. La vida que él depuso en la humanidad, la vuleve a tomar y la da a la humanidad. "Yo he venido, dijo, para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia".
Cristo es la vida. El que pasó por la muerte para destruir a aquel que tiene el imperio de la muerte es la fuente de toda vitalidad. Hay bálsamo en Galaad, y médico allí. Cristo soportó una muerte atroz bajo las circunstancias más humillantes, a fin de que tuviésemos vida. Dio su preciosa vida para vencer la muerte. Pero se levantó de la tumba, y las miríadas de ángeles que vinieron a contemplarle mientras recuperaba la vida que había depuesto, oyeron sus palabras de gozo triunfante cuando, de pie sobre la tumba abierta de José, proclamó: "Yo soy la resurrección y la vida".
La resurrección y la ascensión de nuestro Señor es una prueba segura del triunfo de los santos sobre la muerte y el sepulscro, y una garantía de que el cielo está abierto y lo emblanquecen en la sangre del Cordero.
La fe por la cual vivo
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