ALIENTOS DEL ESPÍRITU DE PROFECÍA. ¡Formen fila!
¡FORMEN FILA!
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
1 Corintios 1.10
Anoche me pareció estar de pie ante un gran número de personas que no estaban unidas. Unos deseaban quedarse mientras otros querían avanzar. No estaban unidos. Vi un ser celestial que apareció ante ellos, y le escuché decir: ¡Formen Fila! Nadie va al combate por su propia cuenta. El Dirigente de la congregación dice: ¡Formen Fila!
Después de esto no pude domir más. Me preguntaba si en esa reunión nuestros hermanos estarían formando fila. Frecuentemente es muy difícil que un grupo numeroso de obreros esté perfectamente de acuerdo. Pero todos deben formar fila y ocupar su lugar. Quiera Dios ayudar a sus siervos a hacerlo, es mi oración.
Aunque algunos hayan hecho las cosas a su manera por un tiempo, es posible que se rectifiquen y se pongan en la fila. El Señor ve que no es lo mejor para sus hijos que hagan las cosas a su manera, y que no quieran unirse con sus hermanos que ven ciertas cosas en una forma un poco diferente a como ellos las ven. Invita a los que pretenden creer las verdader de su Palabra a que formen fila mientras todavía tienen la oportunidad de hacerlo, para que armonicen con sus hermanos.
Hay quienes no responden rápidamente a la invitación a abandonar sus propios caminos para seguir los de Dios. Prefieren seguir su camino. Los que quieran hacerlo tienen el privilegio de seguir caminando por sus propios caminos no consagrados, pero sepan que el fin de esa senda es dolor y destrucción.
El Señor tiene hombres a quienes ha asignado para traajar en su obra con la doncición de que se dejen usar de acuerdo con los planes divinos. Nunca usará a alguien que trate de humillar a los demás. Huíllense, hermanos. Si lo hacen, es posible que los santos ángeles se comuniquen con ustedes, y los coloquen en terreno ventajoso. Entonces su experiencia, en lugar de ser defectuosa, rebosará felicidad.
Traten de estar en armonía con la dirección de Dios, y entonces serán sensibles a las impresiones del Espíritu Santo.
El Señor viene. El fin de todas las cosas está cerca. Nos queda poco tiempo para desarrollar el carácter.
Manuscrito 47, del 27 de enero de 1910
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