DIOS Y CIENCIA. Creación o evolución, ¿cuál de las dos? (Parte 2)
CREACIÓN O EVOLUCIÓN, ¿CUÁL DE LAS DOS? (Parte 2)
Otro aspecto más: "La evolución, hasta donde alcanza, ve la materia como algo eterno". Asumiendo lo anterior, "la noción de creación queda eliminada de los campos de existencia a los que se aplica". Ahora, si miras hacia ti mismo, para encontrar ese principio que produzca el progreso que en ti debe darse a fin de poder entrar en el reino de Dios; si supones que está inmanente en ti mismo, y que si logras ponerlo adecuadamente en acción, y lo supervisas una vez que ha comenzado a obrar, todo irá bien; -si has estado esperando, velando y progresando de esa manera, eres evolucionista. Ya que leo más a propósito de qué es la evolución: "Está claro que la doctrina de la evolución es directamente antagonista de la doctrina de la creación... la idea de la evolución, cuando se aplica a la formación del mundo como un todo, es lo opuesto a al creación directa, volitiva".
Tal es la evolución, según la definición de sus inventores, que el mundo, con todo lo que en él hay, vino por sí mismo; y que el principio que lo llevó a la situación en la que ahora está, es inherente a sí mismo, y produce en sí mismo todo cuanto el mundo es. De manera que, evidentemente, "la evolución es directamente antagonista de la creación".
Cierto que por lo que respecto al mundo y todo cuanto en él hay no creer que viniese por sí msimo. Sabes que no eres evolucionista hasta ese punto; crees que Dios creó todas las cosas. Todos cuantos estamos aquí reunidos diríamos que Dios CREÓ todas las cosas, el mundo y todo lo que hay en él. La evolución no admite tal cosa: no deja lugar a la creación.
Hay, sin embargo, otro aspecto de la evolución que no es aparentemente antagónico de la creación. Los que idearon esa evolución a cuyas citas nos hemos referido, no pretendían otra cosa que ser infieles, ser hombres sin fe, ya que un infiel es sencillamente alguiendesporvisto de fe. Aun en el caso de que alguien pretenda tener fe, si no la tiene relamente, es un infiel. Por supuesto, el término INFIEL tenía para ellos un significado más concreto que el que posee en nuestros días. Los que enunciaron esa doctrina de la evolución que hemos citado eran hombres de esa clase; pero cuando difundieron la enseñanza por doquier, hubo gran cantidad de profesos cristianos, que pretendían ser hombres de fe, que profesaban creer en la palabra de Dios, que enseña la creación. Esos hombres, no conociendo por ellos mismos la palabra de Dios, teniendo fe que era una mera forma sin el poder, se vieron seducidos por el encanto de aquella doctrina novedosa, y deseosos de conseguir popularidad mediante la neuva ciencia, no se atrevieron a declarar que renegaban de Dios, de la creación en cierta manera, dando así origen a una especie de evolución con el Creador en ella. Se la concoe como la evolución teísta, es decir, Dios comenzó la cosa, sea esta lo que fuere; pero a partir de entonces, ha venido funcionando por ella misma. Dios la inició, y en lo sucesivo ha sido capaz por ella misma de cumplir todo cuando ha sucedido. Todo eso, no obstante, no es más que un primer paso, una treta para salvar las apriencias, y en boca de los auténticos evolucionistas, no es más que "una fase de transición desde la hipótesis de la creación a al evolución": Es pura evolución, ya que no hay medias tintas entre la creación y la evolución.
Seas tú uno de ellos o no, lo cierto es que abundan, incluso entre los adventistas, no tantos como antaño ¡gracias a Dios!, quienes creen que necesitamos a Dios para el perdón de nuestros pecados, iniciándonos de esa menra en el camino; pero posteriormente, debemos obrar NUESTRA PROPIA salvación con temor y temblor. De acuerdo con eso, temen y tiemblan todo el tiempo; pero no obran ninguna salvación, ya que no tiene Dios constantemente obrando en ellos, "así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Filipenses 2.12-13).
Continuará en parte 3
Predicación A. T. Jones, Lecciones sobre la fe
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