LAS BUENAS NUEVAS DEL EVANGELIO. ¿Es Cristo un ser creado? ÉL ES desde la eternidad
CRISTO Y SU JUSTICIA (V)
¿ES CRISTO UN SER CREADO?
ÉL ES desde la eternidad
Antesde pasar a algunas de las lecciones prácticas que encierran estas verdades, debemos detenernos por unos momentos en una opinión que es sostenida sinceramente por muchos que jamás querrían deshonrar a Cristo volutnariamente, pero que, mediante dicha concepción niegan de hecho su divinidad. Es la idea de que Cristo es un ser creado, quien, mediante una especial bendición de Dios, fue elevado a su exaltada posición actual. Nadie que comparta esa opinión puede tener una idea justa de la exaltada posición que Cristo ocupa realmente.
La opinión en cuestión está basada en una comprensión errónea de un texto, el de Apocalipsis 3.14: "Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: Así dice el Amén, el Testigo Fiel y Verdadero, el origen de la creación de Dios". El pasaje se interpreta equivocadamente pretendiendo que Cristo es el primer ser que Dios creó; que la obra de la creación de Dios empezó con él. Pero esa opinión se opone a la Escritura que declara que Cristo mismo creó todas las cosas. Decir que Dios empezó su obra de creación creando a Cristo, es dejar a Cristo completamente fuera de la obra de la creación.
La palabra traducida "origen" es ARGO, significado "CABEZA" o "JEFE". Forma parte del nombre del gobernante griego Arson, de la palabra Arzobispo y de la palabra arcángel. Veamos esta última palabra: Cristo es el Arcángel, según Judas 9.1; 1 Tesalonicenses 4.16; Juan 5.28-29; Daniel 10.21. Eso no quiere decir que él es el primero de los ángeles, puesto que no es ángel, sino que está sobre todos ellos. (Hebreos 1.4). Significa que es el jefe o príncipe de los ángeles, tal como un arzobispo es la cabeza de los obispos. Cristo es el comandante de los ángeles (Apocalipsis 19.11-14). Él creó a los ángeles (Colosenses 1.16). Así que la declaración de que él es el comienzo o cabeza de la creación de Dios, significa que en él tuvo sus comienzos la creación; que, como él mismo afirma, es el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin, el Primero y el Último (Apocalipsis 21.6;22.13). Es la fuente en donde todas las cosas tienen su origen.
Jamás debiéramos suponer que Cristo es una criatura, debido a que Pablo lo llama (Colosenses 1.15) "el Primogénito de toda la creación"; porque los mismos versículos siguientes lo muestran como al Creador, y no la criatura. "Por él fueron creadas todas las cosas, las que están en los cielos y las que están en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados o autoridades. Todo fue creado por medio de él y para él. Porque Cristo existía antes de todas las cosas, y todas las cosas subsisten en él". Ahora, si él creó todo lo que fue creado, y existió antes de todas las cosas creadas, es evidente que él mismo no forma parte de las cosas creadas. Está por encima de toda la creación y no es una parte de ella.
Las Escrituras declaran que Cristo es "el unigénito Hio de Dios". Es "unigénito" -o engendrado-; no creado. En referencia a cuándo, no nos corresponde a nosotros el inquirir, ni podrían nuestras mentes comprenderlo aun si se nos explicara. El profeta Miqueas nos dice todo cuanto podemos saber acerca de ello en estas palabras: "Pero tu Belén Efrata, pequeña entre los millares de Judá, de ti saldrá el que será Señor de Israel. Sus orígenes son desde el principio, desde los días de la eternidad" (Miqueas 5.2). Hubo un tiempo cuando Cristo procedió y vino de Dios, del seno del Padre (Juan 8.42; 1.18), pero fue tan atrás en los días de la eternidad que para el entendimiento finito significa sin comienzo.
La opinión en cuestión está basada en una comprensión errónea de un texto, el de Apocalipsis 3.14: "Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: Así dice el Amén, el Testigo Fiel y Verdadero, el origen de la creación de Dios". El pasaje se interpreta equivocadamente pretendiendo que Cristo es el primer ser que Dios creó; que la obra de la creación de Dios empezó con él. Pero esa opinión se opone a la Escritura que declara que Cristo mismo creó todas las cosas. Decir que Dios empezó su obra de creación creando a Cristo, es dejar a Cristo completamente fuera de la obra de la creación.
La palabra traducida "origen" es ARGO, significado "CABEZA" o "JEFE". Forma parte del nombre del gobernante griego Arson, de la palabra Arzobispo y de la palabra arcángel. Veamos esta última palabra: Cristo es el Arcángel, según Judas 9.1; 1 Tesalonicenses 4.16; Juan 5.28-29; Daniel 10.21. Eso no quiere decir que él es el primero de los ángeles, puesto que no es ángel, sino que está sobre todos ellos. (Hebreos 1.4). Significa que es el jefe o príncipe de los ángeles, tal como un arzobispo es la cabeza de los obispos. Cristo es el comandante de los ángeles (Apocalipsis 19.11-14). Él creó a los ángeles (Colosenses 1.16). Así que la declaración de que él es el comienzo o cabeza de la creación de Dios, significa que en él tuvo sus comienzos la creación; que, como él mismo afirma, es el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin, el Primero y el Último (Apocalipsis 21.6;22.13). Es la fuente en donde todas las cosas tienen su origen.
Jamás debiéramos suponer que Cristo es una criatura, debido a que Pablo lo llama (Colosenses 1.15) "el Primogénito de toda la creación"; porque los mismos versículos siguientes lo muestran como al Creador, y no la criatura. "Por él fueron creadas todas las cosas, las que están en los cielos y las que están en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados o autoridades. Todo fue creado por medio de él y para él. Porque Cristo existía antes de todas las cosas, y todas las cosas subsisten en él". Ahora, si él creó todo lo que fue creado, y existió antes de todas las cosas creadas, es evidente que él mismo no forma parte de las cosas creadas. Está por encima de toda la creación y no es una parte de ella.
Las Escrituras declaran que Cristo es "el unigénito Hio de Dios". Es "unigénito" -o engendrado-; no creado. En referencia a cuándo, no nos corresponde a nosotros el inquirir, ni podrían nuestras mentes comprenderlo aun si se nos explicara. El profeta Miqueas nos dice todo cuanto podemos saber acerca de ello en estas palabras: "Pero tu Belén Efrata, pequeña entre los millares de Judá, de ti saldrá el que será Señor de Israel. Sus orígenes son desde el principio, desde los días de la eternidad" (Miqueas 5.2). Hubo un tiempo cuando Cristo procedió y vino de Dios, del seno del Padre (Juan 8.42; 1.18), pero fue tan atrás en los días de la eternidad que para el entendimiento finito significa sin comienzo.
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