3. EL LLAMADO DEL TESTIGO FIEL. (4). Un fax llegado del cielo, ¿cuándo responderemos al Señor?
EL LLAMADO DEL TESTIGO FIEL
UN FAX LLEGADO DEL CIELO
¿CUÁNDO RESPONDEREMOS AL SEÑOR?
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El arrepentimiento no es algo que nosotros obramos. Nunca se cumple mediante los votos de un comité. Es un don del Señor, a recibir con humildad y agradecimiento (Hechos 5.31). Pero ¿Cuándo podremos encontrar siquiera el tiempo para recibir tal don? Gravita sobre nosotros la continua presión de "hacer", y ¿cuándo encontraremos la voluntad para recibirlo? El libro que recientemente han editado dos dirigentes de la Asociación General, plantea la triste cuestión,
"¿Nos entregaremos a la obra de preparación espiritual a la que Dios nos llama, permitiéndole que nos use en la terminación de su obra en la tierra? ¿O dejaremos escapar de nuestras manos otra oportunidad, y nos encontraremos junto a nuestros hijos, todavía en este mundo de pecado, durante otros 50 o 60 años más? (Neal C. Wilson y George E. Rice, The Power of the Spirit, p.53)
¿Podemos imaginar el chasco que hubiese sentido el antiguo Israel si Josué les hubiese dicho en la ribera del Jordán, tras haber vagado 40 años por el desierto, "Lo siento, tendremos que seguir vagando por el desierto otra generación"? Una demora tal se ha producido ya repetidamente en nuestra historia denominacional, y el gran chasco lo ha sido para el Señor mismo.
A medida que nos acercamos al fin, vemos actuar en la iglesia fuerzas centrífugas que intentan llevar a la disensión y a la desunión. Algunos pueden concluir que esos azotes sin precedentes significan que Jesucristo ha abanonado la iglesia. Pero su llamamiento al "ángel de la iglesia de Laodicea" demuestra que Jesucristo no ha hecho tal cosa. Su magna preocupación, la gran prioridad del cieo, es que se efectúe un reavivamiento, reforma y arrepentimiento en esta iglesia. Cristo está por esa labor.
¿Cuál es su mensaje hacia nosotros?
Robert J. Wieland, Sé pues celoso y arrepiéntete, pueblo mío.
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