4. EL MENSAJE DEL TERCER ÁNGEL. Un mensaje de parte de Dios (7)

EL MENSAJE DEL TERCER ÁNGEL

UN MENSAJE DE PARTE DE DIOS (7)

"Pero sólo la vida de Jesucristo en el alma (la justicia por la fe en el Hijo de Dios), el principio activo del amor impartido por el Espíritu Santo, dará fruto para buenas obras". (Testimonios para los Ministros p.468).

Esto señala claramente que la justicia impartida de Cristo, la vida misma de Jesucristo en el alma, y el principio activo del amor impartido por el Espíritu Santo, son todos una y la misma cosa.

"Aquellos que han sido engrendrados a nueva vida por el Espíritu Santo, llegan a ser participantes de la naturaleza divina." Comentario Bíblico Adventista, Tomo 6, p. 1101.

Y vimos en el capítulo 1 que la naturaleza divina de Cristo y Su justicia son idénticas. Entonces esta última cita en realidad nos está diciendo que al nacer del Espíritu uno llega a ser partícipe de la justicia de Cristo.

"Cristo lleva sobre sí la penalidad de las transgresiones pasadas del hombre, y al impartir al hombre Su justicia, hace posible que el hombre obedezca la santa ley de Dios". 6BC, p.1092

La evidencia es inquívoca. La justicia o amor de Cristo se imparte al creyente por el Espíritu Santo, y esto vindica la posición de Waggoner, de que el nacer y ser guiados por el Espíritu es la justicia impartida de Cristo.

Los materiales que hemos presentado muestran que el mensaje de Waggoner sobre justificación por la fe estaba edificado sobre una base espiritual bien sólida. Esa es la razón por la cual Elena de White lo reconocio inmediatamente como enviado de Dios, y apeló fervientemente por años a la iglesia para que aceptase ese mensaje. 

Siendo que Elena de White defendió tan firmemente lo que ella llamó "un mensaje sumamente precioso" ¿podemos encontrar en sus escritos sus propias palabras que digan que el perdón es más que un mero acto judicial? ¿Enseña ella que también es el nuevo nacimiento? 

Low Sacarbrought. Árboles de Justicia. El Mensaje de 1888

Próximas publicaciones: EL MENSAJE DEL TERCER ÁNGEL. El testimonio de Elena White